El Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor fue fijado en 1996 por la UNESCO para cobrar vida cada 23 de abril, buscando fomentar el disfrute de la lectura y proteger la propiedad intelectual.
La fecha elegida se debe a la conmemoración de la muerte de tres grandes escritores de la literatura universal: Miguel de Cervantes y Saavedra, William Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega.